Lo primero que pienso es en rendirme; lo último que hago es lo primero que he pensado.
A veces no es la tristeza,
ni la soledad ni la melancolía,
quien me ahoga.
A veces no son los recuerdos,
ni las lagrimas que no derrame
ni los momentos que no compartí.
A veces no es el vacío que grita
ni los bosques que no vi
ni el cielo que no contemplé.
A veces es el miedo al fracaso
quien te desarma,
te desviste y te gana
cuando apenas te ha dado tiempo
a acostumbrarte a él.
Ni te imaginas cuánto me identifico con tu entrada. Es increíble la manera con la que transmites los sentimientos.
ResponderEliminarHe estado leyendo entradas antiguas y me encanta la forma en que escribes y expresas cada sentimiento.
Mi nombre es Paula y hace unos meses tenía abandonado mi blog (por los estudios y el instituto) pero hace poco he vuelto a retomarlo y me gustaría que le echaras una ojeada. Si vas a volver a publicar pronto me gustaría que dejaras el enlace de tu entrada en mi blog para poder leerte pronto.
Un abrazo,
Paula Green
El miedo es el más cabrón de los enemigos. Pero ¿sabes? Hay que darle una buena paliza. Y sonreír.
ResponderEliminarMiss Carrousel