No soy la que escribía sangrando,
la que sangraba escribiendo,
la que arañaba hasta sacar el dolor,
la que lloraba porque le dolía el corazón.
Hace un año que se fue mi niña interior y aún no la he llamado. No soy capaz de abrir las heridas y gritar su nombre para que vuelva, o al menos, intentarlo.
He roto todas las promesas que me hice a mi misma, la que escribí aquí y en el otro. He despertado a todos mis demonios de golpe y ya no sé cómo salir de mi propia vida.
Me he perdido, no sé si para siempre.
Quiero volver a mí, quiero intentar volver al lugar que fue mi hogar.
Quiero quedarme.
Aquí.
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